El blog de MG

Aunque no las tenía todas conmigo cuando Miquel Graells me pidió que me pusiera al frente de  Motoguapa, entendí que se trataba de una especie de obligación para con los seguidores de la web y los aficionados, coleccionistas y restauradores que durante tantos años han contribuido a mantener vivo el interés por la moto antigua. Y debo decir que, sin su ayuda y colaboración, no hubiese podido escribir gran parte de los artículos, reportajes y libros que he publicado durante todos estos años como periodista del motor especializado en historia. Así que quizá sea una buena manera de expresarles públicamente mi gratitud.

Al hilo de lo anterior, algo que se echaba en falta en Motoguapa era un canal que permitiese interactuar de algún modo con su administrador. No me refiero a un foro -los hay a montones en internet, y por mi experiencia la mayoría acaban siendo una olla de grills, de modo que no no abriremos ninguno aquí- sino a un simple blog, que considero el formato ideal para canalizar la comunicación con los usuarios a través de sus comentarios, notas y mensajes relacionados con los temas que se traten en él, aparte lógicamente de la dirección de correo electrónico genérica, habilitada para cualquier consulta sobre la web.

Admito que esa circunstancia me ha venido como anillo al dedo, ya que me permite llenar una laguna pendiente durante demasiado tiempo. Por mera desidia, pura pereza, falta de ego, de ganas o de tiempo -quizás todo esto a la vez- nunca llegué a abrir mi propia web, como algunas personas me habían pedido repetidamente. Se quedó en proyecto inacabado. Pero la idea de integrarme en algo con lo que en cierta manera me identifico, como es Motoguapa, me sedujo enseguida. Este blog puede ser un medio apropiado para explicar cosas que quizá no tengan cabida en los medios de comunicación donde suelo colaborar.

No me refiero solo a cuestiones especialmente polémicas, políticamente incorrectas o difíciles de afrontar en un medio escrito, sino también poco documentadas o particularmente complejas por cualquier motivo. Un blog no deja de ser es una columna de opinión personal en la que el autor explica lo que le apetece sobre una temática concreta (historia de la moto, en este caso), y también una ventana a la que los lectores pueden asomarse para aportar todo tipo de ideas e informaciones y convertirse en interlocutores. Ya tengo el espacio para hacerlo. Ahora solo me falta reunir la disciplina necesaria para ir escribiendo regularmente y mantenerlo activo. No prometo nada pero lo intentaré…