Motoguapa arranca en 2003 cuando el ilustrador profesional Miquel Graells, gran aficionado a las motos, decide reunir en una página web toda una serie de dibujos, fotos, catálogos y artículos sobre las máquinas de fabricación española. Con el tiempo y las sucesivas aportaciones de diversas personas, la web iría aumentando de tamaño y ganando contenidos hasta convertirse en una referencia consultada regularmente por numerosos interesados en la historia de la moto.

La información gráfica y escrita que se ofrece en Motoguapa posiblemente no tenga equivalente con ninguna otra web. Sin ser exhaustiva -tampoco es su objetivo- reúne una importante fuente de datos sobre los cuatro grandes constructores españoles de la segunda mitad del siglo XX -Bultaco, Derbi, Montesa y Ossa-, de algunos de los pilotos destacados -Ramon Torras, Santi Herreros, Salvador Cañellas, Víctor Palomo…- y de las carreras más populares de la época, sobre todo en el Circuito de Montjuïc.

Tras su remodelación, la web se estructura en una decena de secciones, subdivididas en diversos apartados donde encontramos los contenidos gráficos que ya tenía pero reordenados, ampliados, y actualizados. La información se presenta de la manera más objetiva posible, sin sesgo de ningún tipo por fabricante, piloto, carrera o hecho histórico en especial. Simplemente, pretende ser una herramienta de consulta y divulgación de la historia del motociclismo en este país, abierta a todo el mundo.

Si bien ya se encuentra totalmente operativa, algunos de sus apartados (Marcas, Pilotos, Fotografía) todavía están pendientes de completar. Esta tarea, que lleva a cabo una única persona en sus ratos libres, se irá realizando paulatinamente pero sin fecha final determinada. El administrador acepta cualquier aportación de datos o imágenes a través de info@motoguapa.com, reservándose el derecho a publicarla o no en función de su interés potencial para la web.

Así empezó todo

Era 1958, tenía quince años y estaba en Granollers durante las fiestas de la Ascensión, que cada año solían incluir carreras de velomotores por las calles, cuando presencié la primera competición motociclista de mi vida que me dejó boquiabierto… La segunda fue en Montjuïc. Entonces estaba en Girona estudiando Formación Profesional y cuando supe que se disputaba una prueba del campeonato del mundo me fui haciendo autostop -no tenía dinero- y el sábado por la noche pude dormir en casa de unos conocidos. Al día siguiente asistí en directo al triunfo de Gary Hocking en la clase 500 del Gran Premio de España de 1962. Más adelante tendría la suerte de ver correr a figuras como Mike Hailwood, Phil Read, Giacomo Agostini, Bill Ivy, Jarno Saarinen, Ramon Torras, Santiago Herrero, Angel Nieto, Sito Pons, Joan Garriga y muchas más, hasta nuestros días.

La primera cosa motorizada en la que monté fue una bicicleta con motor auxiliar Mosquito de 38 cc que había adquirido mi padre en 1958. Dos años después compró una Ossita a plazos, el vehículo con que mas disfruté en mi vida. En los años 70, ya casado, tuve distintas Ossa -Enduro de 1972, Desert de 1974, 250 T de 1976-, además de una Vespa 150. Con varios amigos en 1973 fundamos el Ter Motor Club y al año siguiente la Escudería Robert Mercader. Mi otra pasión era la mecánica de motos; incluso trabajaría durante el invierno de 1964 en el taller de Eduard Mestres, representante de Montesa en Vilanova i la Geltrú.

Desde que en 1978 vendiera mi última Ossa -la “Pepsi“- llevaba unos veinte años desconectado del mundo de la moto. Tenía dos niños pequeños y otro en camino, y vivíamos en una casa vieja que debía ser reformada por entero. El 24 de diciembre de 1996 estrenaba mi primer ordenador y las cosas ya volvían a estar en su sitio, Y aunque Internet iba como iba, miré si había algo sobre mi primera moto, la Ossita 50. Nada. Busqué cosas de Bultaco, de Montesa… y casi nada. Menuda decepción.

Todo lo que contaré vino sucediendo desde el día que compré el ordenador. Había empezado a usar Photoshop para mis cosas, y me iba entreteniendo y aprendiendo a mi aire, como siempre. Ayudé a una gente con unas películas de dibujos animados y curiosamente también se trabajaba con capas pero analógicas, así que al descubrir las capas digitales del Photoshop se me abrió el mundo. Tenía conocimientos de fotografía con laboratorio, que también me ayudaron, pero llevaba toda mi vida entre lápices, rotuladores y pinceles ya que era mi modus vivendi. He hecho unos 3.000 retratos al pastel y unas 24.000 caricaturas, aparte de toda mi obra de paisaje al óleo y a la acuarela.

De modo que tenía todos los ingredientes para acometer algo nuevo, cosa que me encanta. Me entretenía en el foro de La Maneta, y ya había comprado en el Auto Retro de Barcelona todos los calendarios Bultaco de Albert Boet y François Stauffacher. Luego añadí el de Montesa de 2003 y el de Bultaco que hizo Maurizio Gaudenzi. Y los dibujos de motos que saqué en La Maneta se convirtieron en detonante de todo lo que vino a continuación.

Ramón Ortiz, alma mater de La Maneta, pidió a la gente del foro que hicieran páginas web distintas para mejorar el contenido. Yo era reticente pues la idea de embarcarte en cosas nuevas a los 60 años no mola mucho… Vi que pasaban los días y solo se habían “mojado” cuatro; aquello no iba, y al final solo por ayudar accedí a hacer la mía. Así empezó realmente Motoguapa.

En general, la gente que nos dedicamos a las artes plásticas somos jueces inexorables de nuestro propio trabajo y aquello no fue distinto. Costó pero al final Motoguapa salió a la luz en 2003… y hasta hoy. Durante esos años se han cambiado muchas cosas de la primitiva web, siempre esperando mejorar. Pero debo decir que se aguanta gracias a las colaboraciones, que aún no paran.

Hacia 2007 recibí un correo electrónico desde Madrid de alguien que decía tener miles de fotos de carreras de motos, sobre todo de Montjuïc, Zaragoza, Retiro y Jarama, además de otros sitios, y que si no me importaba que me las mandara. Obviamente, acepté encantado su generoso ofrecimiento. Era Javier Marsellá Andía, que solía frecuentar los circuitos en los años 60, 70 y 80 con sus cámaras colgadas del cuello, tomando instantáneas por pura afición a la moto y a la fotografía. Por desgracia, falleció hace algún tiempo sin que llegáramos a conocernos personalmente, pero para mi se merece un 10.

Al poco tiempo me escribía desde Barcelona Joan Segura, otro fotógrafo amateur embrujado por la gasolina, diciendo que podía ayudarme con imágenes de su archivo personal. Nos conocimos en persona y cuando viene a L´Estartit le digo donde puede encontrar los mejores embutidos ampurdaneses. Por si fuera poco, meses más tarde me pasó algo parecido con Tomeu Pascual, de Artà (Mallorca), un apasionado de las motos españolas (tiene una colección impresionante de Bultaco, Montesa y Ossa) y de su historia, que empezó a enviarme fotos y catálogos y más tarde el calendario que confecciona cada año.

Aquí termino este relato que debía ser de cuatro líneas y, no sé como, se me ha ido un poco de las manos. Podría contar muchas cosas más, quizás lo haga en otro momento…

Miquel Graells

Y así continúa

Tiempo atrás, recibí una llamada telefónica inesperada. «Hola Manuel, soy Miquel Graells. Quiero hacerte una propuesta. Mi salud ya no me permite seguir ocupándome de la web y sería una lástima que se perdiese. Por eso he pensado en ti como la persona ideal para mantenerla y administrarla. Tu dale unas cuantas vueltas antes de decidirte. Si decides aceptar solo tendrías que venir un día a L’Estartit para que te pudiera entregar las claves de acceso y el disco duro externo con el historial y los contenidos.”

Aunque él mismo lo cuenta en el texto que hemos podido leer, no está de más explicar algo sobre el artífice de la web. Miquel siempre ha sido una persona inquieta, curiosa y dotada de singular talento para la ilustración, tanto técnica como artística y humorística. A ello añade una profunda afición por el mundo de las dos ruedas que arranca en su juventud.

Hace veinte años, Miquel empezó a frecuentar la conocida web La Maneta. Uno de los usuarios le pidió un dibujo de su moto, una DKW 350. Gustó tanto que lo publicaron y otros aficionados comenzaron a pedirle más. Fue entonces cuando Ramón Ortiz, responsable de la página, le sugirió la idea de crear un sitio en internet para mostrar sus ilustraciones. Así nació Motoguapa.com.

La página iría creciendo poco a poco hasta convertirse en una de las principales referencias sobre el legado del motociclismo español, un gran cajón de sastre con centenares de archivos digitalizados: fotografías, carteles y programas de carreras, posters, anuncios publicitarios, folletos, catálogos, artículos de prensa con entrevistas, pruebas, crónicas, salones y mucho más.

Las aportaciones externas han ayudado a mejorarla con contenidos de calidad e interés: los archivos de competentes fotógrafos amateurs como Joan Segura y Javier Marsellá -ahora también el de Jaime Barrigá-, el álbum personal del piloto Alfonso Durán -en breve el de Domingo Gil y otros-, los calendarios de Tomeu Pascual, etc.

La voluntad de su impulsor no ha sido otra que ponerlos al alcance de todo el mundo, y siempre ha dejado reproducirlos “con solo dos condiciones: la primera, que sea sin afán de lucro, y la segunda, que no se borre la marca de agua de la imagen. Y ya está.” , Eso incluye la colección de dibujos y caricaturas que el propio Miquel ha ido elaborando a lo largo de dos décadas.

Desde el punto de vista formal, la web no tiene ninguna pretensión más allá de reunir “imágenes que no deben perderse de catálogos, de manuales, de las motos y de la gente que hizo posible todo aquello”, tal como dice la frase que encabeza la página de entrada. De hecho, se mantiene intacta la estructura original, pero obviamente el tiempo no pasa en vano.

Motoguapa estaba reclamando una puesta al día -necesaria incluso por razones puramente técnicas- y debido a la progresiva merma de su capacidad visual a Miquel se le había vuelto imposible llevarla a cabo. De ahí la necesidad de encontrar un sucesor capaz de asumir la tarea, papel que en virtud de no sé que supuestos méritos insidiosamente propagados por el inefable Tomeu Pascual vino a corresponderme a mi. Me tocó, y punto.

Dudé un poco, me lo pensé bastante y finalmente decidí aceptar, entendiendo que era un honor y a la vez una responsabilidad. “Tienes las manos libres para hacer lo quieras, con tal de que no se pierda me doy por satisfecho”, me dijo Miquel, dejando las cosas claras. Una vez actualizado el diseño y reestructurada en sus secciones, esta web empieza una nueva etapa sin variar ni su esencia básica ni su espíritu fundacional. Larga vida a Motoguapa.

Manuel Garriga