Este artículo, publicado en la revista Motor Clásico nº 433 (septiembre 2025), está firmado por nuestro amigo Manuel Garriga y rinde homenaje a Tomeu Pascual Forteza, un apasionado de la moto española y referente en la comunidad clásica. Desde motoguapa.com lo compartimos para recordar su trayectoria como coleccionista, divulgador y dinamizador, así como la generosidad y pasión que siempre lo acompañaron.
AUTO-REFLEXIONES
por Manuel Garriga
Tomeu y el trébol
A veces las palabras se quedan cortas. “Aficionado”, el término que solemos usar en castellano para denominar a quienes manifiestan especial interés por el fenómeno del vehículo clásico, no llega a la altura del que emplean otros idiomas -“amateur” en francés o “enthusiast” en inglés- cuando se trata de hablar de determinados personajes. Hacerlo de Tomeu Pascual Forteza es referirse a un verdadero entusiasta de la moto española, a alguien que amaba su historia como coleccionista, estudioso y hasta activista durante buena parte de su vida.
Con el tiempo había ido acumulando una impresionante colección de máquinas de campo de fabricación nacional, sobre todo Bultaco, Montesa y Ossa, repartida por varios locales de Artà, donde vivía y regentaba una popular óptica. Tomeu admiraba las tres marcas, pero su corazón tenía la inequívoca forma del trébol de cuatro hojas. Y la moto en la que puso mayor esfuerzo fue, curiosamente, una deportiva de asfalto, su Yankee 500. Le costó muchísimo llegar a dejar perfecta aquella indomable bicilíndrica que le tenía el seso sorbido. Algo que tal vez chocaba un poco con su personalidad de motorista “civil” como usuario de una Harley, o de alguno de los diversos Golf GTi cabrio Mk1 que pasaron por sus manos.
Asiduo de foros como La Maneta, fue uno de los grandes proveedores de contenidos de la web Motoguapa nutriéndola de innumerables fotos, catálogos, despieces, manuales, etc, salidos de su archivo personal con el único fin de difundir ese conocimiento entre la comunidad. También publicó artículos en la revista “Motos de Ayer”, colaboró organizando ferias y exposiciones en Mallorca -cedía sus propias motos- e incluso editaría entre 2012 y 2022 un calendario ilustrado con imágenes de modelos de su colección, al estilo del dedicado a Bultaco que crearan Albert Boet y François Stauffacher, que distribuía entre medios de comunicación, empresas, clubes y amigos, íntegramente costeado de su bolsillo. El almanaque se titulaba “Spanish Dreams” e iba encabezado por una frase de Paco Bultó que encajaba como anillo al dedo en la personalidad de Tomeu: “Eres tan joven como tus ilusiones y tan viejo como tus recuerdos”.
Todo esto, siempre de forma altruista y con nulo afán de protagonismo por su parte. Vale, pero ¿por qué, para qué? Si algún lector se plantea estos interrogantes quizá no entienda el espiritu del personaje. Tal vez ese aficionado novato, ese coleccionista desinformado, ese curioso que acaba de iniciarse, ha podido saber las características técnicas, fechas de fabricación, números de motor y chasis, esquemas de colores o cualquier otro dato necesario para comprar, vender, restaurar o conocer mejor su clásica porque alguien se preocupó de buscarlo, reproducirlo y subirlo a algún sitio públicamente accesible. Y uno de ellos, tal vez el que más, fue Tomeu.
Me viene ahora a la memoria el día que Eduardo Giró, director técnico de Ossa, dio una charla en el Salón Retromotor celebrado en Hospitalet de Llobregat (no sé como lo hizo José Enrique Elvira para conseguir que accediera a participar; a mi solo me pidió que actuara de conductor del acto y moderara el posterior debate con el público). Debo decir que la cosa fue mejor de lo que pensábamos. El Tècnic se sintió cómodo enseguida, estuvo más elocuente de lo que solía ser y la gente salió contenta. Tomeu, que había seguido el acto en compañía de Miquel Graells, me aseguró que aquel había sido uno de los mejores días de su vida. Cuando le dije, medio en broma, que tal vez exageraba un poco me miró con una expresión muy seria -jamás se la había visto antes- y respondió: “De ninguna manera ¿Acaso no sabes lo que representa para mi?”
“Nos vemos en Sils”, me dijo hace un mes, la última vez que hablamos por teléfono. Integrante habitual del contingente de mallorquines que suelen desembarcar en las ferias y salones de la península, casi siempre el primer día a primera hora, esta vez no acudió a la Llotja a pesar de haberle pedido a su amigo Xisco Sirer que le comprara el billete de avión. Su larga lucha contra una grave enfermedad terminaba el 22 de junio, al fallecer a los 69 años de edad. Ese trébol de Ossa que tanto le definía es también el de la suerte que hemos tenido quienes pudimos gozar del privilegio de su amistad. A veces las palabras se quedan cortas y no alcanzan a expresar lo que queremos, no solo para describir ciertos personajes sino también aquellas emociones que asociamos a ellos. “Una aferrada, Tomeu.”
«La frase de Paco Bultó: “Eres tan joven como tus ilusiones y tan viejo como tus recuerdos”, le venía como anillo al dedo a Tomeu»
